lunes, 23 de enero de 2012

El horizonte


Después de retocar con claros los acantilados hay que retocar con azules otra vez las sombras y crear entre luces y sombras el punto adecuado de la perspectiva atmosférica. Para que el efecto sea más real se pueden difuminar los bordes de los puntos más alejados, mezclando la montaña con el cielo. 
La línea de costa hay que recortarla primero con un color base a base de azul de prusia y ocre amarillo que difuminaremos en la unión con la costa. Esta base nos proporciona un corte visual con el blanco del lienzo y nos ayuda a calibrar correctamente el trabajo del cielo y de la costa.

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