jueves, 6 de septiembre de 2012

Saber rectificar a tiempo


A veces me dejo llevar por un excesivo detalle en la pincelada. En este caso estoy transformando todo el primer plano en busca de un toque mucho más fresco. La versión anterior, a pesar de estar correcta, enfocaba demasiado el primer plano. Que debe permanecer a la sombra de la isla de Lobos, que es en definitiva el foco de la perspectiva visual y lo que el observador mira. Resolver las transparencias del agua de la orilla, es un tanto complicado si se quiere mantener una gama de colores inamovible (no empaletada) y una pincelada "alegre". Para esto es necesario armarse de valor y repetir el plano tantas veces como sea necesario hasta encontrar esa gestualidad que en definitiva, será lo que atraiga del cuadro.

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